Con seis minutos de duración y una mezcla audaz de géneros, “Bohemian Rhapsody” se consolidó como el single más influyente de su tiempo.
El 31 de octubre de 1975, el mundo de la música cambió para siempre ante el lanzamiento de un sencillo que desafió toda convención: “Bohemian Rhapsody” de Queen. A 50 años de su lanzamiento la canción es un fenómeno cultural y un hito artístico que redefinió lo que una banda de rock podía lograr.
Con seis minutos de duración y una mezcla audaz de géneros, la épica de Freddie Mercury se consolidó como el single más influyente de su tiempo y cuyo legado inagotable abarca generaciones. Pero para comprender la magnitud de “Bohemian Rhapsody”, es esencial mirar atrás, a la historia previa de la banda.
La concepción de “Bohemian Rhapsody” se remonta a finales de los años 60, cuando Freddie era un estudiante de arte. Brian May recordó en entrevistas posteriores cómo Freddie apareció con fragmentos de ideas, que en un principio eran solo notas garabateadas en trozos de papel, y cómo él mismo se refería a la canción, jocosamente, como “The Cowboy Song” por la línea “Mama… acabo de matar a un hombre”.
El concepto central de la canción era la ambición de Mercury de fusionar múltiples ideas musicales en una sola pieza monumental, un desafío directo a la estructura convencional de la música pop. El título, por sí solo, es una declaración de intenciones: “Bohemian” alude a la vida artística no convencional y a las corrientes anarquistas de la época, mientras que “Rhapsody” se refiere a una pieza musical de un solo movimiento, de forma libre y con un carácter rapsódico, a menudo cargada de emoción y contrastes.
La clave de su sonido épico fue la superposición de voces. En la sección operística, May (bajos), Roger Taylor (altos) y Freddie Mercury (medios) grabaron sus partes una y otra vez. Utilizando la tecnología analógica de 24 pistas de la época, los ingenieros tuvieron que rebotar y superponer pistas hasta alcanzar el equivalente a 160 grabaciones vocales distintas. Esta técnica era tan intensiva que, según May, las cintas de grabación se volvieron casi transparentes de tanto pasar por la máquina.
“Bohemian Rhapsody” es, fundamentalmente, una suite musical en miniatura que aniquila la estructura tradicional verso-estribillo-verso. Se compone de seis secciones bien definidas, cada una con un cambio de género y tono:
Esta duración de 5 minutos y 55 segundos fue el principal motivo de conflicto con la discográfica EMI y el manager de la banda, que insistían en que era demasiado larga para la radio. El formato estándar de un sencillo de la época no superaba los tres minutos. La banda se negó rotundamente a recortarla.
La estrategia de Freddie fue magistral. Le entregó una copia de la canción a su amigo, el influyente DJ Kenny Everett, con la condición de que no la emitiera. Everett, desobedeciendo a propósito, emitió el tema catorce veces en un solo fin de semana en la Capital Radio de Londres.
La respuesta del público fue de tal euforia que la demanda obligó a todas las emisoras a rotar la canción completa, forzando así su lanzamiento sin editar. La audacia de Mercury prevaleció y el sencillo fue un éxito inmediato, número uno durante nueve semanas consecutivas en el Reino Unido, un récord para la época.
Fuente: Ámbito

