La confirmación de la actuación de Rihanna dio a luz otras oportunidades que no prosperaron.
La maravillosa confirmación de la actuación de Rihanna en la próxima Super Bowl es la noticia de la semana. Poco antes de que Rihanna subiese a su Instagram la fotografía que despejaba todas las dudas sobre quién actuaría en el evento deportivo, salía a la luz la noticia de que Taylor Swift fue la primera opción para el show. Sin embargo, esta rechazó la oferta para centrarse en regrabar los discos que le quedan. No es fácil decir que no a una oferta tan lucrativa como actuar en la Super Bowl, pero Swift no ha sido la primera ni será la última.
La propia Rihanna ya declinó la oferta para la Super Bowl de 2019, la cual parecía que estaba maldita. La cantante de Barbados se negó a actuar en apoyo al quarterback Colin Kaepernick, quien en 2016 se negó a levantarse durante el himno nacional como protesta pacífica en respuesta a la brutalidad policial contra la gente negra en Estados Unidos, tras lo cual perdió su puesto como jugador. «¿Quién se beneficia de ello? Mi gente no, simplemente no podía venderme», contó Rihanna a Vogue en una entrevista sobre lo sucedido.
Ese año la NFL hizo la misma oferta a Cardi B, Pink y Jay-Z, quienes también la rechazaron, pero por diferentes razones. Cardi B compartió la opinión de Rihanna y por apoyo a Kaepernick dijo que no a la Super Bowl, aunque admitió que no fue fácil negarse: «Sacrifiqué mucho dinero, pero hay un hombre que sacrificó su trabajo por nosotros y lo tenemos que apoyar». Pink declinó la petición porque «todo el mundo que lo hace es perseguido» y, evidentemente, no quería formar parte de ese grupo. Por otro lado, Jay-Z rechazó la oferta por «una cuestión de principios», ya que la NFL le dijo que debía incluir la canción de 2009, ‘Run This Town’, en su set sacando a Kanye West y Rihanna al escenario. Esto no le sentó nada bien al marido de Beyoncé: «No, me tienes a mí. Así no funciona, diciendo a alguien que hará el intermedio dependiendo de a quién traiga. Les dije que se olvidaran. Era una cuestión de principios». Finalmente, Maroon 5, junto a Travis Scott y Big Boi, se encargaron de la actuación.
Adele reveló en un concierto de 2016 que le habían ofrecido el codiciado cuarto de hora de descanso para la edición de 2017, pero en ese mismo momento contó que lo rechazó porque «esa actuación no es sobre música y realmente no puedo bailar ni nada parecido». Lo gracioso es que en los días siguientes a esta revelación, la NFL dijo que pese a que eran «grandes fans de Adele», nunca le ofrecieron formalmente actuar en la Super Bowl. Lady Gaga tomó el lugar de la británica, que simplemente parecía estar de broma, como es habitual.
Más de una década antes, el dúo de rap sureño formado por Big Boi y André 3000, Outkast, dijo que no a la Super Bowl de 2004, aunque no era la voluntad de ambos miembros. Una condición del show era que las canciones tendrían que ser versiones acortadas, lo cual no hizo feliz a André. Al final, a pesar de que Big Boi le intentó convencer, la actuación fue conducida por Justin Timberlake y Janet Jackson, quienes protagonizaron el famoso incidente de la pezonera, también conocido como «Janetgate». Quién sabe si con Outkast habríamos obtenido un momento tan memorable…
Fuente: Jenesaispop