Tiene más de 200 años y se canta en 300 idiomas. Ha sido interpretado grandes voces y es patrimonio de la Unesco desde 2011.
Los villancicos son los cantos más populares cuando se acerca la Navidad. Sus letras y su música resuenan estos días en todas partes —desde los colegios a los centros comerciales, pasando las oficinas y los hogares— y en cientos de países que comparten las mismas canciones, traducidas a cada idioma.
Y entre todos ellos, destaca la melodía suave y emotiva de Noche de Paz, con un mensaje que resuena entre las familias de diversas culturas y tradiciones, convirtiéndolo en un símbolo universal de la Navidad.
El villancico fue compuesto en un pequeño pueblo de Austria, Oberndorf, por Joseph Mohr, quien escribió la letra, y por Franz Xaver Gruber, quien compuso la melodía. Fue interpretado por primera vez el 24 de diciembre de 1818.
Esta canción devolvió a los habitantes de la región lo que tras la guerra ya creían que no existía: amor y un mundo en paz. Este villancico fue sinónimo de consuelo y esperanza para los habitantes maltratados por la invasión francesa.
Aunque originalmente fue escrita en Alemán (Stille Nacht), no fue hasta el año 1833 cuando otro organista, Maurach, interpretó este villancico en Leizpig, atrayendo a centenares de personas que sentían curiosidad ante tan encantadora melodía. Ocho más tarde, se estrenó en Nueva York.
El resto es historia. Noche de Paz destaca como el villancico más famoso de todos los tiempos. Este clásico navideño ha trascendido fronteras, idiomas y generaciones. De hecho, se interpreta en 300 lenguas y se ha podido escuchar en las voces más populares del momento, como Elvis Presley, Mariah Carey y Aretha Franklin. Desde 2011, figura incluso en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
Fuente: Infobae